LA MULTIMEDIALIDAD, EL NUEVO LENGUAJE DE LA CARIDAD Y DE LA FUNDACIÓN THOURET. TESTIMONIO DE PINA PRIVITERA
“Soy hija de la Iglesia, sedlo vosotras conmigo también”, repetía Juana Antida, la heroína de la caridad.
¿Cómo ser hijos de la Iglesia en la época del coronavirus? Así se lo han interrogado los participantes que habían realizado el curso de formación para el voluntariado en la Fundación Thouret, interrumpido bruscamente desde el principio por una bacteria desconocida, que ha alterado la vida de todos.
Ante la pregunta, la Fundación respondió de inmediato: el camino de formación no se detiene. Esta prueba inesperada se transformará en oportunidad de encuentro y diálogo para una nueva forma de evangelización. Ha llegado el momento de recorrer nuevos caminos, encontrarse en nuevos espacios, usar nuevos idiomas, escuchar con nuevos oídos y, sobre todo, escuchar.
“Para escuchar hay que guardar silencio”, dice la Hermana María Luisa, en la segunda reunión con los jóvenes ansiosos de formarse en el voluntariado. “El silencio es necesario para dar espacio al otro”, continúa la hermana de la caridad, quien para dar espacio al otro no duda en encontrarlo en una plataforma.
Este es el nuevo espacio donde se habla la nueva lengua multimedia, donde se escucha al otro, que vive en Roma, en Milán, en Como, en Erba, en Termoli, en Catania y donde, escuchando, también se aprende a amar. Amar a Silvia, Alessio, Nicole, Benedetta, Miriam, Lorenza, Sara, Angela, Anna, Giulia, Gaetano, Pina, Isabella, Maria Rosa, Therese… y sentir que lentamente habitan dentro de ti.
Escuchar a Silvia es conocer la historia de Momo, una niña imaginaria que no sabe leer ni contar, pero sabe escuchar con el corazón. Escucha a las personas y escuchándolas, las sabe “ayudar a encontrar respuestas a sus problemas, a hacer las paces entre sí e inventar juegos divertidos”. Así es como Momo hace muchos amigos. “Escuchar me permite conocer al otro, pero también a mí misma”, reitera la Hermana María Luisa, “No escuchar solo los sonidos, la escucha no se detiene en las palabras… va más allá…” añade Giulia. “Escuchar es acoger a los demás dentro de ti”, dice Benedetta. “Escuchar la palabra para permanecer unidos no solo de manera virtual, sino de una manera verdadera” continúa diciendo la Hna. Isabella. Escuchar es acercarse al otro, abrazar su diversidad y transformar el encuentro local en un diálogo global. Nicole, por su parte, se hace escuchar con las imágenes y nos muestra el símbolo que nos ha acompañado en esta cuarentena: el arcoíris. Escuchar es también ver el rostro del otro, mirar la cara del otro con el amarillo que ilumina y que hace que Miriam vea todo con una nueva luz, con el azul que hace que Angela reflexione sobre los proyectos que quiere lograr, con el púrpura que cambia el “estar adentro” de Benedetta, con el naranja de la Hna. Isabella que irradia alegría y gozo, con el verde de Pina que nos hace esperar salir para ser voluntarios y caminar juntos en verdes prados. Ya no hay dos grupos separados de voluntarios, sino un solo grupo caminando juntos en ese prado verde de la web, similar a la red de algunos pescadores que escuchan a su Maestro y arrojan las redes en el lado opuesto. Los pescadores tienen fe y la pesca será milagrosamente abundante. Es la Fe que nos hace subir en una barca e ir a pescar en un mar vacío. Partir e ir a descubrir “la belleza del otro”, jugar con él, compartir y ofrecer lo que se tiene, trabajar y cansarse para luego inclinarse y recoger los frutos. Partir es escuchar al Maestro, no tener miedo de salir de la cuarentena de la vida inútil. Partir es vivir todos los colores del arcoíris. ¡Ven con nosotros! Entra también en la red, te escucharemos el domingo 14 de junio de 2020 a las 16h.