Retorno especial a la escuela 2020-2021

12 de octubre de 2020: el primer día de clases después de una interrupción involuntaria de siete meses! ¡¡¡Cuántas realidades vividas en este período !!!

La emoción estaba en el corazón de profesores y alumnos, aunque también los sentimientos eran confusos y contradictorios…

La entrada en el instituto era parecida a entrar en un quirófano con el estricto respeto a las medidas sanitarias. Los jóvenes caminaban por el césped del jardín, apresurándose a mirar las paredes de la escuela, ¡como si las vieran por primera vez en su vida! Los alumnos que he visto esta mañana ya no son como los que conocí antes del 28 de febrero (último día de clases); su mirada sufrida se posó en los estigmas de la explosión apocalíptica del 4 de agosto (que dañó parcialmente nuestros 5 pabellones). Estaban ansiosos por volver a la normalidad en un país donde nada sale bien: las desgracias caen sobre nosotros como lluvia torrencial, a un ritmo vertiginoso, extinguiendo la poca esperanza que aún los animaba.

Esta mañana he visto cómo es de mortal nuestra situación. ¡Cuán profunda es nuestra herida! El mortal aliento de la explosión nos hirió a todos… ¡Es enorme nuestra herida interior! ¡Más grande que el cráter de la explosión del puerto!

¿Qué podemos hacer para que la savia de la vida pueda irrigar aún a los jóvenes brotes? Inspíranos, Señor, los nuevos caminos a recorrer y llevaremos nuestra misión hasta el final.

En un encuentro online el sábado 10 de octubre, la Fundación Thouret recorrió las calles de las misiones de las Hermanas de la Caridad en tantos lugares del mundo para mostrar cómo en cada realidad el mensaje del Papa para el Jubileo de la Tierra se materializa con nuevos estilos de vida. Hermanas, amigos laicos, niños de varios colegios participaron en el encuentro: juntos para celebrar el Jubileo de la Tierra y alabar al Señor por las maravillas de la creación.